Los impagos de cuotas y derramas siguen los principales caballos de batalla al que se enfrentan las comunidades de vecinos. En 2017, estas deudas alcanzaron la cifra global en España de 1.601,23 millones de euros, lo que supone una media de 1.065 euros por comunidad, según los datos de un estudio elaborado por el Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas que se acaba de dar a conocer.
Pese a lo abultado de esta cifra, lo cierto es que se ha reducido en un 3,88% respecto a 2016, cuando los propietarios de pisos y locales comerciales llegaron a deber 1.665,90 millones de euros a sus vecinos. Aún así, un 38,43% de comunidades tienen algún vecino moroso.
Por lo que respecta a las deudas de pisos y locales propiedad de las entidades financieras, el importe pendiente de pago es de 317,12 millones de euros (un 4,13% menos que en 2016), afectando la morosidad a un 7% de las comunidades de vecinos.
Si analizamos los datos por comunidades autónomas, la mayor deuda se acumula en Andalucía (308,11 millones), por delante de Cataluña (248,27 millones), Madrid (218,4 millones) y Valencia (177,12 millones).
En Castilla-La Mancha, los vecinos adeudan a sus comunidades 74,79 millones de euros, distribuidos de la siguiente manera: Albacete, 15,58 millones; Ciudad Real, 17,87 millones; Cuenca, 7,67 millones; Guadalajara, 12,64 millones y Toledo, 21,59 millones. A estas cifras hay que añadir los 14,92 millones que deben las entidades de crédito.
En este enlace se puede acceder a un documento con la morosidad en cada una de las provincias y su evolución en los últimos años: Datos de Morosidad en Comunidades de Propietarios 2017.
Propuestas legislativas contra la morosidad
Del 7 al 9 de junio, se celebra en Madrid el XXI Congreso Nacional de Administradores de Fincas. En el trascurso de esta reunión se presentarán diversas propuestas para modificar la Ley de Propiedad de cara a luchar contra la morosidad.
Entre las iniciativas que se plantean se incluye la posibilidad de que las comunidades puedan establecer medidas contra la morosidad, como fijar intereses por la demora en el pago. También se pretende ampliar el plazo de la afección real y de la preferencia del crédito comunitario de tres a cuatro años y que la renuncia del adquiriente de un inmueble a solicitar el certificado de deuda implique su responsabilidad solidaria respecto a las deudas anteriores del vendedor.
Compromiso con la reducción de la morosidad
Plenamente conscientes de los problemas que implica la morosidad para una comunidad de vecinos (imposibilidad de acometer obras o contratar servicios, malestar entre los vecinos, etc.), en Llavelia Administración de Fincas ponemos todos nuestros recursos a disposición de nuestros clientes para reducirla al máximo. En esta línea, buscamos soluciones individuales para cada caso y nos encargamos de todas las gestiones necesarias hasta el cobro final.
Nuestro método ha resultado eficaza numerosas comunidades que ahora pueden gestionar con más eficiencia sus recursos, lo que redunda en un mejor mantenimiento de las instalacionesy una mayor calidad en los serviciosque prestan a sus vecinos.
