En los últimos meses se está hablando mucho de los contadores individuales para aquellas comunidades de propietarios que tengan un sistema de calefacción central. ¿Por qué hay que instalarlos? ¿Son obligatorios? ¿Qué beneficios tienen? Vamos a tratar de responder a estas preguntas.
En el origen de todo esta la Directiva Europea 2012/27/UE sobre eficiencia energética que el Parlamento Europeo aprobó el 25 de octubre de 2012 y en la que, entre otras cosas, establecía la necesidad de instalar contadores individuales en los “edificios de apartamentos y polivalentes” con una fuente central de calefacción con el fin de repartir los costes de consumo y establecía como fecha tope el 31 de diciembre de 2016.
La directiva de la Unión Europea es de obligado cumplimiento para los estados miembros, por lo que España debía transponerla a su legislación. Esto se hizo con el Real Decreto 56/2016, de 12 de febrero. En él se impulsan medidas para fomentar el ahorro y la eficiencia en el consumo energético, pero se dejó al margen el asunto de los contadores individuales.
Así pues, el plazo dado por la UE concluye próximamente, pero España aún no ha legislado al respecto. Por tanto, la instalación de contadores individuales de calefacción no será obligatoria desde el 1 de enero, pero todo indica que el Gobierno no tardará en establecer la legislación al respecto.
Beneficios de los contadores individuales de calefacción
De cualquier manera, la instalación de contadores individuales de calefacción tiene ventajas. La primera de ellas es que el inquilino pagará por el consumo de calefacción que realice, evitando un reparto equitativo del gasto entre todos los vecinos, sea cual sea el uso que hagan de sistema.
Además, un estudio de la Universidad de Alcalá de Henares realizado por los profesores Pablo Luis López y Jesús Alpuente, evidenció en 2015 que la instalación de repartidores de costes de calefacción supone un ahorro global del 25%, lo que supone un ahorro medio de 224 euros por vivienda y una disminución de 2,4 millones de toneladas de emisiones de CO2.
Así funcionan los repartidores de costes de calefacción
El artículo 9 de la Directiva de la Unión Europea habla de la instalación de contadores individuales de calefacción en sustitución de los tradicionales cuando sea “técnicamente posible, financieramente razonable y proporcionado en relación con el ahorro potencial de energía”. Cuando esto no sea factible, se deberán instalar calorímetros (repartidor de costes) para medir el consumo de calor en cada radiador.
La Asociación Española de Repartidores de Costes de Calefacción (AERCCA) explica que un repartidor de costes es una equipo destinado a la medición de la temperatura con relación al tiempo y que están compuestos por una carcasa, dos sensores de temperatura (la del radiador y la del ambiente), un dispositivo de cálculo, una pantalla, una fuente de alimentación, los elementos de instalación y un precinto que impide las manipulaciones no autorizadas.
Estos dispositivos contabilizan consumo de calefacción cuando:
Con estos datos, el precio a pagar por cada inquilino se calcula en base al reparto de los costes fijos del sistema de calefacción más el consumo real obtenido de la suma del gasto reflejado por cada uno de los contadores.
En resumen, aunque aún no se ha establecido la fecha en la que la instalación de los contadores individuales de calefacción serán obligatorios en España, parece lógico pensar que se fijará en breve. Además, el ahorro que favorecen recomienda su instalación.
