Ocho recomendaciones para contratar un seguro de hogar adecuado

Los españoles destinamos un 33,4% de nuestro salario durante más de 23 años para pagar una vivienda adquirida a través de un crédito hipotecario. Estos datos, recogidos en los Indicadores del Mercado de la Vivienda del Banco de España de mayo de 2017, ponen de manifiesto que la casa es el principal activo de la mayor parte de los ciudadanos.

Sin embargo, esta realidad contrasta con el nivel de protección del parque de viviendas español: un 30% de los inmuebles no está asegurado. Además, los datos de la Asociación para el Fomento del Alquiler y Acceso a la Vivienda (Arrenta) estiman que la mitad de las viviendas aseguradas no lo está correctamente, lo que llevaría a tener problemas para que el seguro se hiciese cargo de determinados siniestros.

No hay duda de que tener un seguro de hogar es importante, pero también lo es contar con uno adecuado que se adapte a la situación real de la vivienda y de quienes viven en ella. Para ello, son útiles las siguientes recomendaciones:

• Evitar duplicar las coberturas, especialmente con la póliza de la comunidad de vecinos. El presidente o el administrador de la finca puede informarle del alcance del seguro de la comunidad, pero tenga en cuenta que, de forma general, estas pólizas no suelen cubrir las instalaciones o elementos particulares ni la responsabilidad civil que cada uno de los propietarios tiene individualmente por los daños que pueda causar, por ejemplo, por una salida de agua o un incendio.

• Aporte los datos exactos sobre su inmueble. Entre los parámetros que utilizan las compañías de seguros para calcular la prima de un seguro de hogar se encuentran la ubicación de la vivienda, el tipo de construcción o la antigüedad. De especial relevancia resulta la valoración del continente, teniendo en cuenta que es necesario descontar el valor del suelo e incluir otros costes que pudiese acarrear una eventual reposición del inmueble tras un siniestro. Sea realista en los cálculos y no busque abaratar la prima minusvalorando su vivienda. En caso de un grave siniestro puede salir muy caro.

• Asegure el continente de forma adecuada. Tenga en cuenta que esta partida incluye prácticamente todos los bienes que hay en el interior de la vivienda, desde los muebles hasta la ropa, pasando por los electrodomésticos, los alimentos, las joyas… Si cuenta con bienes de especial valor, deje constancia de ello en la póliza.

• Es igualmente importante valorar adecuadamente la responsabilidad civil que ha de cubrir la póliza del seguro de hogar en caso de daños causados a terceros tanto por los bienes de nuestra propiedad como por las personas que ocupen la vivienda. No olvide tener en cuenta la mascota, si la tiene.

• Revise su seguro periódicamente. Coincidiendo con la renovación anual, es aconsejable revisar tanto las condiciones de la póliza como la valoración de continente y contenido para, en caso necesario, adaptarlos a las nuevas circunstancias.

• A la hora de solicitar un presupuesto, haga referencia a las medidas de seguridad con las que cuenta su vivienda. Disponer de puertas de seguridad, alarmas, cámaras de seguridad o personal de vigilancia en la comunidad puede influir en la valoración de los riesgos y, por tanto, en la prima a pagar.

• Estudie con detenimiento las coberturas y servicios de la póliza y adáptelos a sus necesidades reales. Preste también atención a las exclusiones para evitar sorpresas en un futuro.

• Familiarícese con el procedimiento para dar cuenta de los siniestros a la compañía y con la forma en la que serán solventados. Tenga localizados los teléfonos de contacto de la aseguradora y de su mediador para poder hacer uso de ellos cuando sea necesario.

Y una recomendación final: no valore únicamente el precio a la hora de decantarse por una póliza. Un seguro barato puede salirle caro. Lo ideal es contratar un seguro del hogar adaptado a las condiciones particulares de cada vivienda y de sus inquilinos. Esta es la mejor forma de garantizar la tranquilidad ante cualquier siniestro.